Es normal que tus clientes potenciales sientan miedo en el momento de comprar una casa.
Para esto, es importante que tú como agente inmobiliario seas su guía en todo el proceso.
Estos son los miedos más comunes que tienen los compradores de vivienda en el momento de realizar la inversión en bienes raíces:
1. Miedo a comprar la casa equivocada.
Con la presión generada por una escasez crítica de viviendas disponibles y las múltiples ofertas resultantes en cualquier cosa decente, a muchos compradores les preocupa que las decisiones tomadas en un entorno tan competitivo y emocional puedan terminar en el remordimiento del comprador.
Esto suena especialmente cierto para los compradores primerizos, ya que piensan que es posible que terminen en una casa que no satisfaga todas sus necesidades declaradas o sea menos de lo que esperaban.
Los compradores primerizos deben entender que su primera casa es, en la mayoría de los casos, un trampolín hacia la casa de sus sueños.
Dicho de otra manera, muy rara vez su primer hogar es su hogar “para siempre”.
Con esto en mente, es más importante conseguir una casa que encontrar una que cumpla con todos los requisitos deseados.
Como agente inmobiliario, al asesorarlos, ayúdalos a entender que es posible que deban ser flexibles en algunos parámetros, como los metros cuadrados, la cantidad de habitaciones o baños, las escuelas locales e incluso la ciudad.
Enséñales a darse cuenta de que, aunque los criterios son importantes, asegurar un hogar en el entorno actual es esencial.
Incluso si la casa no es óptima, la mayoría de los compradores pueden vivir en condiciones menos que ideales durante algunos años hasta que sea posible mudarse.
2. Miedo a la pérdida financiera.
Se puede esperar razonablemente que los compradores que ya están llegando a sus límites externos estén preocupados por las pérdidas financieras.
La principal preocupación en un mercado en escalada es el temor a un posible colapso de los precios.
Si tus clientes potenciales están comprando como una inversión, quieren que les vaya bien.
Si están comprando un techo para vivir, entonces lo que suceda con el valor de la vivienda no le debe importar tanto: la clave es si puede continuar haciendo los pagos.
Entrena a tus compradores para que entiendan que es más importante concentrarse en su capacidad de hacer un pago mensual y aprovechar todos los beneficios de ser propietario de una vivienda, que preocuparse por las fluctuaciones a corto plazo en los valores de mercado.
3. Miedo a los cambios en el estilo de vida.
Las preguntas aterradoras que atormentan a los compradores incluyen la posibilidad de perder el trabajo, la enfermedad o incluso la muerte.
Una vez más, hay protecciones disponibles en diferentes tipos de seguros. Enséñales a sopesar todas sus opciones para que entiendan qué podría ser mejor para ellos.
La vida está llena de riesgos. Aquellos que logran alcanzar sus metas son los que aceptan que el riesgo, marca el camino hacia el éxito y eligen seguir adelante de todos modos.
Es posible que se salga del camino de vez en cuando, pero al final, los beneficios de ser propietario de una propiedad inmobiliaria superan con creces los riesgos.
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