El mercado inmobiliario experimentó un año increíble con tasas de interés históricamente bajas, el mayor crecimiento anual en valores y alquileres de viviendas.
Un mínimo generacional en tasas de ejecución hipotecaria y el mayor número de ventas de propiedades.
Mientras numerosos compradores luchaban por la oferta ganadora, los vendedores de casas eran testigos de un mercado en el que sus propiedades se vendían rápida y frecuentemente a precios superiores al precio de cotización.
También se predijo que 2022 sería un año próspero para el mercado de la vivienda, pero el aumento de la inflación y las tasas hipotecarias cambiaron por completo su perspectiva.
Finalizando el año, se ha evidenciado que el mercado de la vivienda se ha enfriado significativamente, con una disminución de las ventas de viviendas y un aumento moderado de los precios.
Todavía hay muchas preocupaciones con respecto al mercado de la vivienda.
De manera crítica, a pesar del hecho de que la escasez de oferta ha sido uno de los principales impulsores del crecimiento del precio de la vivienda, el aumento de las tasas de interés está disuadiendo tanto a los vendedores potenciales como a las nuevas construcciones.
El aumento de las tasas hipotecarias que se produjo este año hizo que un mercado inmobiliario que ya era caro fuera mucho menos asequible.
Este incremento en las tasas de interés se dio en respuesta al alza de la de referencia por parte del Banco de México (Banxico) para tratar de contener la elevada inflación.
Los precios de las viviendas experimentaron un aumento meteórico en los primeros años de la pandemia de Covid-19 por varias razones, incluido el hecho de que la demanda estaba en su punto más alto, la oferta estaba en su punto más bajo y las tasas hipotecarias alcanzaron un número interesante.
Las tendencias actuales del mercado de la vivienda indican que los compradores siguen interesados, lo que mantiene el mercado algo competitivo, especialmente para viviendas atractivas a buen precio.
Sin embargo, algunos factores pueden influir en el ritmo del mercado o si favorece a los compradores o vendedores.
Las tasas hipotecarias más altas y los temores de recesión han enfriado los mercados inmobiliarios desde hace algunos meses.
Los compradores siguen enfrentándose a una dura competencia, particularmente por propiedades deseables, con múltiples ofertas y precios de venta finales que superan los precios solicitados.
Los analistas expertos en el sector dividen sus perspectivas del mercado inmobiliario: Por una parte, algunos creen que se podría presentar una crisis inmobiliaria parecida a la presentada en el 2008.
Por otra parte, hay quienes aseguran que el mundo experimentará una recesión.
Lo cual, se verá reflejado en la contención de la inflación, ya que el mercado dinamiza mucho la economía con su necesidad de materiales y mano de obra.
De todos modos, la orientación del mercado de inmuebles depende en gran medida de la duración del ciclo de amento de intereses.
Lo favorable de esta situación es que los precios más bajos harían que las propiedades sean más asequibles para los compradores por primera vez.
Desde el punto de vista del precio de compra, pero la capacidad de pagar la hipoteca podría ser igual de difícil debido al aumento de las tasas.
Independientemente del giro que de el mercado inmobiliario en el 2023, siempre es rentable invertir en el sector inmobiliario.
Si bien, es un mercado con subidas y bajadas, siempre se estabiliza y genera rentabilidad, sea para los inversionistas o quienes viven en una vivienda propia.
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¿Qué es el mercado inmobiliario?
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