Hoy en día, muchas personas toman la compra de propiedades como una inversión para la jubilación o como un negocio secundario porque es una forma maravillosa de generar ingresos pasivos.
Sin embargo, es importante entender que las propiedades de renta pueden no funcionar para todos.
Llega un momento en que los costos de mantenimiento, los impuestos, las tarifas de arrendamiento y otros gastos se vuelven demasiado difíciles de solventar.
Cuando las cosas toman este giro, lo siguiente que la gente se pregunta es ¿Debería vender mi propiedad de renta?
Estas son algunas de las cosas que podrían incitar a tus clientes a vender una propiedad de alquiler:
Una caída en los precios de renta obligará al propietario a vender. Algunas áreas pueden comenzar a enfrentar una menor demanda de alquileres debido al exceso de oferta.
Tal vez están surgiendo nuevas construcciones, pero la población de inquilinos no está creciendo. Por lo tanto, habrá más competencia por la oferta.
Como resultado de este fenómeno, a muchos propietarios les resulta difícil rentar sus inmuebles a las tarifas originales.
El problema con una gran oferta de inmuebles en renta es que los propietarios tendrían que reducir sus tarifas de renta.
A veces, los propietarios tendrían que perder sus alquileres a pesar de que pagaron grandes cantidades de dinero por ellos solo unos meses antes.
Los precios de alquiler pueden bajar tanto que le resulte difícil cubrir los costos de mantenimiento, las hipotecas y los impuestos.
Algunas personas siempre piensan que el valor de su propiedad se apreciará con el tiempo. Si bien esto generalmente es cierto, es presuntuoso decir que aplica para todas las propiedades.
Si la propiedad está bajando de valor y no está percibiendo el dinero adecuado de renta que necesitas, entonces estás teniendo una pérdida en los ingresos por alquiler.
Es una señal clara de que se necesita vender la propiedad de alquiler antes de que el valor baje aún más.
De lo contrario, tu cliente inmobiliario puede verse obligado a vender su propiedad más tarde a un precio menor.
También puede ser una buena idea vender cuando la propiedad está ganando valor. La idea aquí es recolectar capital cuando está en alza y luego venderlo para obtener una excelente ganancia cuando el valor alcanza su punto máximo.
En este punto, ni siquiera se tendrá problemas para cubrir todos los costos de venta de la propiedad.
Si el impuesto sobre los ingresos por alquiler es alto, se debe considerar bajarlos o vender la propiedad.
Podría ser una mejor idea encontrar otra ubicación, una que pueda aprovechar las exenciones fiscales y reducir los impuestos por completo.
Si tus clientes inmobiliarios han intentado hacer esto y no puedes reducir sus impuestos sobre la propiedad, entonces tal vez sea mejor vender y mudarse a un mercado diferente con impuestos más bajos sobre las propiedades.
Si el costo de las reparaciones está muy por encima de la capacidad financiera de tus clientes, es hora de vender. Incluso si consigues reparar la propiedad, cuesta demasiado mantenerla.
A menos que haya una razón convincente como el flujo de efectivo, no se debe aferrar a una inversión que necesita reparaciones constantes.
Es importante considerar los gastos de mantenimiento esperados e inesperados para determinar si vender la propiedad de alquiler o conservarla más tiempo.
Una vez tus clientes inmobiliarios estén decididos a vender sus propiedades de alquiler o cualquier tipo de inmueble, utiliza las mejores herramientas tecnológicas que te facilitarán el cierre de venta.
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