Lo más normal para un agente inmobiliario es que al vender una casa, esta no sea de su propiedad. Por lo cual, es necesario contar con un contrato con el propietario original, para poder respaldar nuestra ganancia de la venta de la casa, además de dejar por escrito las condiciones en las cuales acordamos realizar el proceso.
Es muy importante que conozcamos los tipos de contratos que existen y cómo se diferencian uno del otro. A continuación, te contamos un poco más al respecto.
3 Tipos de contratos en bienes raíces
Existen tres tipos de contratos principales para la venta de una casa en nuestro país, uno de ellos es específicamente para uso de brokers/agentes inmobiliarios y, los otros dos, para sociedades mercantiles en el proceso de la venta.
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Contrato por comisión mercantil
Este contrato se refiere al acuerdo en el que se establece que el propietario de la casa aporta la propiedad y todos los servicios que se le tengan que dar para dejarla lista al venderla.
De manera que el agente solamente se dedique a buscar compradores y cerrar la venta de la casa.
Este tipo de contrato funciona bajo la lógica de que el propietario no tiene el tiempo ni los contactos para hacer el proceso de venta, pero cuenta con una casa que quiere vender.
Y, por otra parte, el agente inmobiliario no tiene la solvencia para tomar poder sobre la casa, pero cuenta con el tiempo y los contactos para poder venderla. De esa manera, es beneficioso para ambas partes.
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Contrato por asociación en participación
Este contrato se aplica para la situación en la que el propietario de la casa cuenta con el poder sobre la propiedad, pero su socio (como bien dice el nombre) tiene que aportar el pago por los arreglos y servicios que sean necesarios para poder venderla, además de hacer la labor de venta.
Este tipo de asociación se da por la necesidad de vender una casa, teniendo una parte que cuenta con la propiedad, y otra parte que cuenta con el dinero y las facilidades de contactos para poder concretar la venta.
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Contrato por administración de recursos
Este contrato tiene la peculiaridad de que ninguna de las partes involucradas cuenta con la propiedad de una casa, pero una de ellas cuenta con el dinero suficiente para hacer la compra de una o más propiedades, mientras que la otra parte (como dice el nombre del contrato) se encarga de la administración de este dinero para invertirlo en la mejor oportunidad que haya de negocio para la compra y venta de una casa, ganando un porcentaje por el manejo de ese dinero.
Este tipo de contrato no significa que el vendedor tenga la responsabilidad de presentar cuentas sobre rendimiento y ganancias de la inversión que se le aporta.
Se limita a que funcione simplemente como el administrador de ese dinero, y busca las mejores opciones con el fin de llevarse una ganancia por el manejo de esa inversión.
Por ello, este tipo de contratos normalmente se usan para la compra y venta de remates inmobiliarios.
Ahora que conoces estos tipos de contratos, puedes ir analizando en cuál te conviene más para cada proyecto que busques realizar.
También hay que tomar en cuenta que para la venta o compra de una casa se necesita tener habilidades sociales bastante desarrolladas, de lo cual puedes leer un poco más en nuestro blog sobre los 4 puntos para mejorar nuestra sociabilidad.
Como verás, estos procesos son un tanto complejos, aunque no necesariamente imposibles de comprender. Aunque si quieres saber más al respecto o formar parte de una sociedad ya establecida, puedes informarte con nosotros en Nocnok.
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